Nací hace 40 años un día como hoy

Nací el 28 de junio de 1978 y estoy viva desde entonces gracias a escribir. La verdad es que me di poca cuenta de que podía seguir respirando y, hasta soñando, gracias a esas cosas que se llaman letras y literariamente podría buscar una palabra más bonita para definirlas, pero no quiero hacer literatura. No estaba preparada para nacer, era una mujer simple, madre de cinco hijos y hasta un poco cursi. Pensaba en flores, en ponerme flores en el pelo y ser una especie de princesa que siempre rompía el zapato de cristal por torpe. Asesinaron a mi marido, ese 28 de junio, y empecé a ser yo sola. Yo misma. Una mujer a la que no conocía de nada. Como en los personajes de sueño, la miraba desde arriba y me sorprendía porque me resultaba extraña. ¡Pobrecilla! –pensaba-, se va a hacer agua de tanto llorar. Han pasado 40 años y por primera vez he contado las teclas del ordenador. Hay 28, sin los números, los puntos, los acentos. Las exclamaciones, los interrogantes… Usted dirá ¿Por qué? Esas 28 teclas del ordenador me ayudaron a sentirme el centro del mundo y la más desgraciada del mundo. “28, 28 y 28” Cuando estoy frente a la pantalla sonrió, lloro y suspiro. Soy escritora. Nunca me hubiera atrevido a poner esta palabra en mi biografía. Aún recuerdo cuando debajo de uno de mis artículos apareció en el periódico: periodista y escritora. Ese honor me lo habían dado unas novelas, pero yo creía que mi profesión era periodista. Una sensación muy especial porque cuando fui a la universidad a estudiar yo...

Euskadi ha roto aguas

Es muy fácil criticar ahora –a toro pasado- a los nacionalismos y concretamente al PNV. Cierto que las críticas de estos días vienen de los perdedores pero la auténtica verdad es que el cambio ha llegado gracias al PNV. Estos días he oído a Xabier Arzalluz, uno de los políticos más brillantes que hemos tenido en esta tierra. Algunas de sus frases merecerían entrar en un diccionario de citas ilustres y leerlas de vez en cuando para pensar. Pues verán, allá por los años 2003 cuando se hablaba, criticaba y murmuraba sobre la postura del PNV respecto a una actuación nacional que salió adelante con el apoyo del partido, el político vasco dijo: “Euskadi ha roto aguas. Está de parto”. Nuevamente se repite este acto tan natural como la vida misma. Durante estos días, previos a la elección de Pedro Sánchez como presidente, el PNV ha estado en silencio, ese silencio que toda mujer antes de dar a luz espera expectante. Yo he tenido 6 hijos y les juro que en cada embarazo tenía más miedo porque sabía el dolor que me esperaba y aunque, como decía alguien, dar a luz es el único dolor de la vida que merece la pena, yo no pensaba esas cosas tan bonitas, sino que me angustiaba. Entonces no había epidurales ni partos sin dolor. Las contracciones y las dilataciones eran tal cual y cuando rompías aguas te entraba un pánico cercano a la muerte. Al menos a mí. Pues verán, el país ha estado sin respiración esperando que el PNV diera su sí para quitar de delante a Mariano Rajoy. La historia...