Mujer, no eres sólo obra de Dios; los hombres te están creando eternamente con la hermosura de sus corazones, y sus ansias han vestido de gloria tu juventud. Por ti labra el poeta su tela de oro imaginario; el pintor regala a tu forma, día tras día, nueva...
Decir sí, cuando queremos decir no, es uno de los defectos más comunes en nuestra vida.