por Carmen Torres Ripa | Jul 22, 2023 | Artículos
Los libros de autoayuda nos llenan la cabeza de palabras bonitas que, al fin, quedan en palabras. Tú lo puedes todo. No lo puedes todo. Sé lo que deseas ser. Frase preciosa con difícil continuidad. Has venido al mundo para se feliz. Al mundo le da igual mi felicidad. Vive el hoy y el ahora. Necesito antes un borrador que haga desaparecer el pasado y los problemas que han quedado. Que tú sí sea un sí. Genial aunque en ocasionas te equivocas. Ve dónde el corazón te lleve. Pues el corazón entiende poco a la razón. No te tengas pena, eres la mejor del mundo. Sabes que no es verdad. El futuro lo haces tú. Y ¿el pasado también? Para tener éxito, tu deseo de alcanzarlo, debe ser mayor que el miedo al fracaso. He pensado, a veces, que era valiente, y al dar la vuelta a la esquina me caigo y me llevan a urgencias. No busques los errores, busca un remedio. ¿Lo venden en alguna tienda? No dejes que el miedo se interponga en tu camino. Y, ¿si un ratero, te da un tirón , te roba el bolso y, de paso, te da un empujón contra un contenedor y te rompes la cadera? Siempre parece imposible hasta que se hace. No se imagina la pereza que me ha dado empezar este artículo Haz de cada día una obra maestra. Imposible que alguien considere perfectas estas líneas. Piensa, sueña y atrévete. Mi madre decía que yo estaba todo el día subida en un guindo, es decir en la luna. El mejor momento es ahora. ¡Cuántos ahora tiene...
por Carmen Torres Ripa | Nov 11, 2021 | Artículos
El número de bautizos en Euskadi, en el resto del país igual, ha disminuido. La Iglesia va perdiendo clientela por su falta de adaptación al mundo moderno. Homilías largas y llenas de moralina rancia alejan a la gente joven de tantos ritos ancestrales que necesitan una reforma. Pienso que, siendo creyente, el bautismo, la entrada de un niño en la Iglesia, merece una gran celebración. Nuestra familia ha festejado este día grande. Con poco más de un año, mi nieta Carola, la semana pasada, ha recibido el bautismo, en la iglesia de Santa María de Portugalete. La luz, temblorosa, de una vela en las manos de los padrinos, me hizo reflexionar. Iluminar a los niños desde la infancia es un camino difícil. Ser luz en un mundo de nubes es un camino lento. Carola es una niña alegre con la mitad de la sangre sevillana y la otra mitad vasca. La familia mirábamos a nuestra palomita blanca –con su vestido casi perfecto hasta el final del sacramento–, pensando en la intimidad lo que le regalaríamos si fuésemos hadas. Cerré los ojos y me imaginé que mi varita mágica rozaba los papitos de mi niña: serás generosa, serás alegre, tendrás fuerza para afrontar los problemas con sonrisas y, sobre todo, serás libre. Libre como tu madre que se vino de Sevilla por amor, libre como tu padre que es capaz de defender sus principios, aunque sus decisiones impliquen incomprensión. Carola pasaba de brazo en brazo. Como todos los niños, no para quieta. No era consciente, posiblemente igual que una mayoría de las personas, que había entrado en la comunidad de...