por Carmen Torres Ripa | Mar 5, 2022 | Artículos, Internacional
De nuevo estamos en guerra. Pero ¿cuándo hemos tenido paz? Ahora es Ucrania, antes ha sido Afganistán, Yemen, Siria, miles de aldeas y pueblos de África y Asia. Siempre hay guerra, siempre hay volcanes que se enfadan con la tierra y, siempre, nos olvidamos de los que están (siguen estando) debajo del volcán. No se han solucionado sus problemas, pero somos olvidadizos y nos ponemos al frente de un nuevo proyecto que no va a ningún sitio. “No a la guerra”. Cuántas veces hemos dicho las mismas palabras. Cuántas veces hemos ido a manifestaciones pidiendo paz, reivindicaciones feministas, libertad en el amor. Cuántas veces hemos pedido ayuda para los refugiados. Cuántas veces nos creemos profetas en una tierra de nadie. Cuántas veces hemos criticado a los políticos. Cuántas veces hemos gritado contra la corrupción. Cuántas veces… Miles de veces. No sé qué podemos hacer, porque juntos hemos hecho este mundo distorsionado donde gritamos paz y miramos, por encima del hombro, a todos los indigentes que van aumentando en nuestra vida cotidiana. Sé escribir, pero no sé solucionar. El mundo no ha cambiado y nosotros tampoco. Napoleón puede ser Putin y Robespierre el presidente de los EE.UU. Lo único que cambia son los vestidos y los decorados. Somos la multitud desgreñada y chillona que estaba en la Bastilla. Somos los que asistimos impasibles a un “juicio de Dios” donde quemaban vivo a un inocente por no besar una cruz. Seguimos asistiendo a sacrificios de fuego de periodistas, lo único que han hecho es informar de las atrocidades que veían y, a esos corresponsables valientes, les pagaban sueldos de becarios. Somos...