Dios me perdona

Cuando sentí la bendición de Dios note que El me pedía arreglar el lío que tenía en la cabeza. Me había perdonado pero quedaba un camino largo de expiación por lo más difícil que me faltaba por solucionar. Algo que tenía que haber hecho hace muchos años y fui retrasando porque es más fácil meter la cabeza dentro de la tierra y no ver. Siempre he sido una inconsciente que pide a los demás que le solucionen los problemas, pero los problemas son míos exclusivamente. Quiero creer que no toda la culpa es mía. Se veía venir y ya ves, ahora quisiera terminar y olvidar. Que la memoria se borrara para no pensar. Pasar la pelota a otro y decir que no me he dado cuenta, que no he visto lo que pasaba. Pero ya no puedo esperar más. Es el tope de tiempo que tengo para solucionar mi futuro de vida. Pienso en mis padres y veo repetida en mi su historia. Estoy a tiempo de tomar el toro por los cuernos y decir: hasta aquí hemos llegado. Ya no pasarán más. Mi tope ha llegado y mi aguante también. Tu sabes que echaré de menos la ayuda. Tu sabes que hubo un tiempo en que la necesité, tu sabes que por comodidad he seguido este calvario que no me llevaba a ningún sitio y ahora voy a pagar las consecuencias. Me estoy jugando el futuro en una partida en la que yo sólo juego, yo sólo pierdo y yo sola gano. Ya nadie puede ayudarme. Tengo que aprenderme de memoria lo que quiero decir, no quiero equivocarme. Quiero que tú me pongas las palabras oportunas. No quiero herir, no quiero –ahora ya no soy yo- la que sufra. Ahora soy yo la quiero hacer sufrir. Los papeles de esta historia han cambiado de mano. Me los tengo que aprender yo y hacerlo de modo magistral para que dentro de mi, ese espíritu que me acompaña, me diga que lo he hecho bien, que esta vez no me he equivocado, no he dicho tonterías. He sabido decir lo que quería decir. Siento que el alma me raspa de puro miedo que tengo para decir ya vale. Pienso que esta sensación es parecida –ciertamente es igual- a la que se siente al despedir a un matrimonio. He vivido dos matrimonios forzados, dos historias que han caminado paralelas siendo distintas. Mi intimidad se ha partido desde que empezó a ser intimidad. He de caminar sola. Como el tren que va sobre dos railes pero el sólo es uno. Lo que sé hacer es escribir y ahora necesito hablar, hablar con voz potente. El vacío en esta ocasión esta lleno porque me voy a encontrar a mi misma. He perdido mi identidad y ya no soy yo misma mas que cuando escribo. Tengo que leer muchas veces mis propios artículos para creer en mis palabras. El tiempo se está estirando y el chicle también se rompe. Se gasta, se hace blando y sin sabor. Voy a recuperar el dominio de mi vida. Voy a hacerlo con la fuerza que en este momento estoy apretando las teclas del ordenador. Voy a hacerlo y yo me voy a sentir orgullosa de mí misma. Feliz. Y quiero ser feliz, quiero que mis hijos se sientan orgullosos de tener una madre valiente. Soy una blandengue que se deja dominar. Ya se terminó la dependencia. Siempre hay un momento en que sale de dentro del alma y ya basta. Y se que voy a tener tu ayuda -¡que paradoja!- para salir adelante. Voy a ser feliz el tiempo que tenga para disfrutarlo. Voy a vivir tranquila y disfrutando de mis hijos. Voy a ser la mamá que todos han querido que sea. Ya vale de ser hija, voy a ser y quiero ser madre.

Lo sabes que cuando me curé del cáncer pensé que necesitaba dos divorcios para ser feliz. No me atreví. Siempre tengo miedo de dar el paso. Siempre soy una endeble que pone a todos preocupados y luego me retiro del paso porque siempre creo que hay un precipicio y a veces solo es otro paso para seguir caminando. Ayuda. Quiero ayuda. Quiero que me ayudéis, los que podéis ayudar, para hablar bien y decir sin rabia ni rencor lo que quiero. Vuelvo a decir lo mismo, no quiero hacer sufrir pero he de hacerlo. Mis hijos necesitan una madre y yo unos hijos a quien ayudar no darles guerra. Están hartos de mi, de mis problemas, de mis idas y venidas sinsustancia. Ayúdame mi amor. Ayúdame a sacar adelante este despropósito en que se ha convertido mi vida. Voy a ser feliz.