Los ídolos caídos

Los ídolos caídos

Añoramos los ídolos, ante los que nos pegábamos ante el televisor para oír sus palabras. Eran buenos oradores, un placer escucharlos, al margen de ideologías. Los ídolos actuales son ídolos caídos antes de llegar a la cima Dicen que las mejores cosas de la vida no se planean… suceden. Esta afirmación es cierta a medias, porque en estos días ignoramos qué es lo mejor y quién nos lo va a dar. Cada día pensamos una cosa y sale otra. Me encantan las frases hechas con final redondo: “Si algo puede salir bien, saldrá mejor”. Como fe es creer lo que no vemos, la esperanza de no sé qué nos mantiene en un hilo. Queda solo un día para la investidura. El elegido para sentarse ante el rey en tan delicado momento, cada día que pasa tiene peor cara. Feijóo se deshincha como un globo que ha recibido un pinchazo. La sonrisa –¡qué poco sonríe este hombre!– cada vez le queda más torcida. Los componentes de su partido necesitarían una especie de tiragomas para que permanezca. Las historias con sabor a imposible siguen ocurriendo sin sentido por el país. Algunos pueblos olvidados amanecen con las piedras levantadas de sus plazas. Parece ser que mientras los lugareños duermen, el presidente, Pedro Sánchez, busca votos, como ha dicho, bajo las piedras. Es claro que allí no le esperan sobres con papeletas que puedan mantenerle en la Moncloa. Quizás un áspid, como a Cleopatra, o un vulgar alacrán, lo fulmine con un sencillo picotazo. No deja de ser llamativo el tesón de este señor indestructible. Parece luchar igual que un soldado idealista en...

Puigdemont, rey de la fiesta

Pues este señor con flequillo de niño travieso ha cambiado el país al revés. Sus poquitos votos son el candado que puede abrir o cerrar el futuro de una nueva vida. Me resulta difícil olvidar los coches quemados y los continuos disturbios en Cataluña que llevaron a sus líderes al exilio o a la cárcel. Eso fue una realidad que vimos todos. También vimos la humilde casa que le acogía en Waterloo. Después de muy poco tiempo volvemos a ver a este señor pidiendo la luna. Y le concederán la luna. Como un tierno infante escribe su carta a los Reyes Magos. Ya la ha echado al correo. Quien la abra, en vez de bicicletas, muñecas, cuentos y cochecitos, encontrará una bomba con un dispositivo movible. No estallará si el remitente no toca una pestaña donde están las condiciones para evitar que el artilugio explote. En este momento, todos los mandatarios del país tienen en su cabeza el flequillo del líder catalán en el exilio. Nadie sabe cómo peinarlo ni, por supuesto cortarlo. Estamos expectantes. En un segundo, pueden cambiar ministerios, consejerías y presidente. No hay vidente capaz de adivinar qué pasará con este especial prófugo de la justicia que no quiere volver del exilio ni esposado ni rendido. Los candidatos tienen que solucionar esta situación antes del 17 de septiembre. Queda poco tiempo. Ningún líder convence y las críticas de un partido a otro se multiplican. Parece ser que se han terminado los oradores brillantes, capaces de mediar en este descontrol. Los presidentes de la antigua – o nueva, no sé- formación política, estos días han hecho numerosas...
Una amistad que lleva al suicidio

Una amistad que lleva al suicidio

Antes, a los suicidas no se les enterraba en los cementerios, porque se consideraba tierra santa y el suicidio no es santo. Me pregunto dónde van tantos supuestos suicidas, circunstanciales, que se tiran de un balcón de su casa, o de un hotel, o al cruzar la calle confiados y resultan arrollados por un coche. Los que viajan en un avión, también están en peligro. El avión puede inexplicablemente estrellarse. Estos actos cotidianos son dudosamente reales, pero no pasa nada. Una mayoría de los suicidas inesperados, tienen en su pasado cercano, un amigo que es el rey del mundo. El gobierno de Putin ha puesto de moda estas muertes instantáneas, disfrazadas de casualidad. Difícilmente podemos pensar que el jefe de mercenarios, Jevgeny Prigozhin, que luchó contra Ucrania y luego se negó a seguir, muriese en un accidente fortuito a 300 kilometras de Moscú. El jefe de Wagner pensaba hablar con su superior Putin para poder recolocar a sus mercenarios en otros lugares en guerra, como África y Oriente Medio. Desgraciadamente esta conversación no tuvo lugar por el accidente del avión. Ser amigo de Putin se está convirtiendo en un auténtico problema. Además, el mandatario ruso -cada vez más grueso por sus numerosos chalecos de combate a prueba de balas- no asistió al funeral. Un funeral que hubiese merecidos ciertos honores. Prigozhin fue enterrado, en total silencio y secreto, en la ciudad de San Petersburgo. Boris Berezovsky, magnate del círculo cercano a Boris Yelseysein, tuvo un “pequeño” conflicto con Putin, se exilió al Reino Unido y casualmente se le encontró muerto en el cuarto de baño. Otro amigo de Putin,...

Pactos Imposibles

Alberto Núñez Feijoo  quiere repetir la historia. Una historia que dejó un regusto de fracaso. Su desesperación al ganar las elecciones y no poder gobernar, da vueltas pensando nuevas salidas. El país está dividido desde hace años en dos grandes partidos políticos, enfrentados continuamente. Son muy pocos los votos que separan a este Caín y Abel que forman un todo disonante. Vivimos un periodo de tiempo en que los sueños vagan junto a los dos lideres. Ambos esperan ganar. Es imposible un dos en uno y recuperar una historia perdida  hace más de un siglo, donde Cánovas y Sagasta protagonizaron un curioso relevo en el gobierno. En la Constitución de 1876 se estableció el turnismo, una posibilidad de gobernar en relevos pacíficos los dos partidos dinásticos alfonsinos. Por un lado, el conservador, Cánovas del Castillo, y por el otra Práxedes Mateo Sagasta de pensamiento liberal. Los dos partidos eran alfonsinos. Al morir Alfonso XII y, durante la regencia de María Cristina, en el Pacto del Prado , que propició el turno partidista que consolidó la restauración monárquica. En el pueblo estos pactos (sin duda ilegales por la trastienda que implicaba disolución de Cortes y nuevas Constituciones) los bautizó como cristinita de Sagasta a Cánovas y cristinita de Cánovas a Sagasta. Esta búsqueda enciclopédica de la historia del país, siguió menos homogénea con los nuevos partidos que se abrieron dentro de los dos grandes frentes, En 1900 llegó el desastre de Badalona, en 1901 el estado de guerra seguido por la mayoría de Alfonso XIII, la crisis por falta de renovación, la gran huelga de Barcelona que concluyó con la...