Esos compañeros caprichosos

Seguro que no le entraba en la cabeza –hace años, porque ya es costumbre- que dentro del mismo partido hagan elecciones para elegir a su líder. Se muerden, insultan y despotrican, sin ser conscientes de que esta situación dura unos días, la temporada es muy larga y hay que convivir en armonía hasta las próximas elecciones. Ser como gatos y perros, mordiéndose y arañándose, no es un comportamiento ejemplar, pero hace tiempo que he dejado de pensar en lo que es oportuno o no en esta vida. Cada vez nos acercamos más a la igualdad –no femenina- sino animal. Esta mañana subiendo por las escaleras de la cuesta de las maderas de Portugalete, un señor iba con un perrito caniche que llevaba dos pasadores rojos puestos es sus coletas. El perro se agarraba a la barandilla con sus patitas y todos los que bajaban se quedaban mirando al gracioso animalito que disfrutaba como si fuera en un tiovivo. Detrás del can iba un niño precioso moreno con ojos verdes al que nadie miraba, aunque parecía un angelote bajado del cielo. La atención era para el animalito. Verán, me parece bien y me parece también bien que cada vez se vean más perros acompañando a sus dueños, pero siento que estamos demasiado obsesionados. He estado unos días en Málaga con mi hermana y su familia. Impresionante. Dos perros salchicha y dos gatos de angora eran los dueños de toda la casa. Cualquier sitio donde te sentaras había sido ocupado antes por los dueños del mobiliario. Yo -un poco escrupulosa- pasé verdadera angustia porque ninguna silla, butaca o cojín –ni siquiera...

Euskadi ha roto aguas

Es muy fácil criticar ahora –a toro pasado- a los nacionalismos y concretamente al PNV. Cierto que las críticas de estos días vienen de los perdedores pero la auténtica verdad es que el cambio ha llegado gracias al PNV. Estos días he oído a Xabier Arzalluz, uno de los políticos más brillantes que hemos tenido en esta tierra. Algunas de sus frases merecerían entrar en un diccionario de citas ilustres y leerlas de vez en cuando para pensar. Pues verán, allá por los años 2003 cuando se hablaba, criticaba y murmuraba sobre la postura del PNV respecto a una actuación nacional que salió adelante con el apoyo del partido, el político vasco dijo: “Euskadi ha roto aguas. Está de parto”. Nuevamente se repite este acto tan natural como la vida misma. Durante estos días, previos a la elección de Pedro Sánchez como presidente, el PNV ha estado en silencio, ese silencio que toda mujer antes de dar a luz espera expectante. Yo he tenido 6 hijos y les juro que en cada embarazo tenía más miedo porque sabía el dolor que me esperaba y aunque, como decía alguien, dar a luz es el único dolor de la vida que merece la pena, yo no pensaba esas cosas tan bonitas, sino que me angustiaba. Entonces no había epidurales ni partos sin dolor. Las contracciones y las dilataciones eran tal cual y cuando rompías aguas te entraba un pánico cercano a la muerte. Al menos a mí. Pues verán, el país ha estado sin respiración esperando que el PNV diera su sí para quitar de delante a Mariano Rajoy. La historia...

Siria no está

“En la noche 343 Sherezade empezó a contarle al sultán: … No se podía distinguir nada en las tinieblas, porque la oscuridad había espesado sus sombras sobre la llanura; pero de pronto se hizo un gran resplandor por Oriente, y en la cima de la montaña apareció la luna, iluminando cielo y tierra con un parpadeo de ojos. Y a sus plantas se desplegó un espectáculo que le contuvo la respiración. Estaban viendo una ciudad de ensueño. Era Damasco”. La imaginación crece desde la infancia hasta hacerse una nube que envuelve todos los sueños que nos hacen crecer. Yo quería ir a Damasco. Un camino mágico por donde pasaban las caravanas de la ruta de la seda. Quería pisar el desierto de Palmira y conocer la tierra donde reinó Zenobia con la fuerza de un varón y la voluptuosidad de una hembra erótica. Una mujer que acuñó moneda con su efigie y que fue capturada y llevada a Roma con cadenas de oro. Mi fantasía había crecido con las historias de “La vieja sirena” de José Luis Sampedro. Para mí Siria era Zenobia, Damasco y “Las mil y una noches”. No sabía que existía Bosra. Malula, Crac de los Caballeros, Letakia, Alepo… No sabía que en Ugari se encontró el primer alfabeto del mundo, la primera nota musical y el primer diccionario que data del año 1400 a. C., que aquí nació el cristianismo, que Siria tiene cuatro lugares declarados por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad –Palmira, el antiguo Damasco, Bosra y el antiguo Alepo-, que Siria es el tercer país del mundo productor de aceite de oliva...

A la Presidenta de la Comunidad de Madrid: Cristina Cifuentes

A la Presidenta de la Comunidad de Madrid: Cristina Cifuentes Buenos días, señora: Verá, la vida es bastante difícil para los que caminamos a pie. Somos mayoría y trabajamos nuestras horas para poder llegar a una situación más o menos estable –a veces ni siquiera digna-. Para poner una línea más en su curriculum, usted quería un máster de posgrado de Derecho Público del Estado de las Autonomías por la Universidad Rey Juan Carlos. Y como los títulos deben de conseguirse en su posición con más facilidad que el resto de estudiantes que acuden con asiduidad a las clases, usted logro ese máster sin acudir presencialmente a las clases. Según sus declaraciones: “lo había hablado con los profesores dado mi cargo”. Y le dieron su título con la presentación de un trabajo. Hasta aquí, lo que usted ha asegurado. Según el jurado que supuestamente le dio un 7 y medio, las firmas que aparecen en su titulación son falsas y en su casa no aparece –“tengo montones de papeles”- ese trabajo que le daría la digamos “legalidad” de su máster. Pienso -es una opinión mía- que si fuera así de fácil tener un máster, la mitad de los universitarios que terminan su carrera harían los trabajos necesarios para no gastar tiempo y dinero -mucho dinero para su precaria economía- en un máster. Al fin son los padres quienes pagan ese plus académico. Pero eso es otra historia. En este país hay muchos que han tenido la misma suerte que usted. Títulos gratuitos. Lo que no imaginaba que cualquier día en cualquier lugar se podía descubrir lo que hizo, porque...

El Caganer

Las costumbres se pegan de unas comunidades a otras y es posible que en estos días en su Nacimiento haya tenido un caganer. Ese hombrecillo, con los pantalones caídos, que hace sus necesidades junto a una palmeta o detrás de un corral de gallinas de barro. El caso es que este año a mí me parece –sobre todo en Cataluña- que el caganer no hay que guardarlo. Es una figurilla del belén que ha adquirido una enorme actualidad, porque el caganer existe. Con todo el respeto de que soy capaz, pienso que Carles Puigdemont tiene muchos ingredientes para ser el caganer.  Se ha ido de su tierra para que no le cojan y le metan en la cárcel y ha dejado que algunos de sus compañeros entren –como unos soldados del rey Herodes- en las mazmorras. Pienso que no ha hecho grandes esfuerzos para sacarlos, mientras él desde Bélgica hace proclamas como si fuera un soldado de los tercios de Flandes. Claro que estos discursos los dirige a sus partidarios desde la TV, sin salir de los límites belgas, no sea que algún despistado lo meta en una excursión prohibida y lo saque del país como un trásfuga. Lo más extraño de este señor -instintivamente lo veo como el caganer- es que, además, pretende gobernar a su posible y fantástica republica catalana desde Bélgica. Yo creo que tiene el síndrome de honorable. Un título que se ganó a pulso Terradellas, primer presidente de la Generalidad restaurada, que incluso era Marqués de Tarradellas, mención otorgada por el Rey Juan Carlos. En fin, estas Navidades Catalanas nos han hecho un Belén...